Iniciamos un nuevo ciclo

Querida humanidad

Hoy es 22 de enero de 2025 inicio de un lapso de 4 meses que marcará la vida de la generación que habita hoy en el planeta. En los calendarios externos este es un día muy importante para el planeta Tierra y para toda la humanidad. Mas, en mi mundo interno es el momento definitorio para que lo comprendido, lo vivido, lo experimentado, hoy pueda ser manifestado de una manera contundente, responsable, sabia. Ésta, la vida que me vive, desdobló su esencia en el recorrido vivido, habiéndose desplegado internamente, el sentido de la vida y el sentido de vivir.
Hoy me despliego ante la humanidad y entrego mi recorrido como testimonio de que estamos en el tránsito de lo humano a lo Divino. Es un hecho verificable, una experiencia y no una idea mental de creencias que envolvieron a la humanidad para que no se preparara para este cambio biológico- genético que hoy como humanidad estamos realizando, para salir de lo humano a lo Divino que nos corresponde como raza.


Entrego responsablemente lo vivido, lo experimentado, para aportar a la humanidad, este experimento de cambio de raza, al que denomino CIENCIA DE LA CONSCIENCIA.


¡Qué deferencia tan extraordinaria ha tenido la vida con este cuerpo-mente para expandir su naturaleza divina! Fui preparada para este momento mágico, y eso es la GRACIA recibida.


Dicen los grandes maestros que nos dejaron el legado para esta generación, que el más alto grado de comprensión al que el humano puede llegar es, a convertirse en el ser Divino que lo habita.


Estar separados de nuestra identidad Divina, fue una gran experiencia, que ya se vivió en la era pasada, las señales en el cielo y la llegada al punto de inicio, el Corazón, nos indica que desde este aquí y ahora, ya participamos de manera consciente como actores y protagonistas de este nuevo paradigma que hemos construido, como modelo atómico y genético, que hemos desdoblado, y que hoy por derecho de consciencia dignificamos ante la humanidad sintiente. Bienaventurada la humanidad que fue avisada, que escuchó y escucha. Bienaventurada la humanidad que siente su propio renacimiento.


¡Estamos listos para este momento acuariano sin precedentes en la historia de la humanidad! La Divina Presencia del momento presente, nos impulsa al posicionamiento de esta naturaleza Divina, como el nuevo PARADIGMA a experimentar y manifestar ¿estamos todos listos para vivir esta experiencia?
Hoy encuentro para relacionar desde el corazón con ustedes, hacerlo a través de insights, pues es la frecuencia donde el corazón sabe lo revelado. Así que éste, no será un proceso racional, ni lógico, ni emocional, ni de creencias. Es el experimento biológico y químico para los cambios en la materia.


Me volví una científica de mi propia vida, entrando continuamente a mi laboratorio interno con más ahínco y responsabilidad pues estaba atenta y disponible a mi propio proceso, más que a las demandas de mi propia mente, o a las mentes colectivas. Esto me permitió encontrar las heridas que traía hasta que logré que el subconsciente se volviera consciente y responsable de sanarse, por lo que se iba comprendiendo.


Así he podido transformar MI biología MI química MI cerebro: neuronas, hormonas han estado transformándose. Y desde luego el Sistema nervioso se ha aquietado, todo esto lo he llevado a una nueva frecuencia, con responsabilidad consciente, enseñándole a mi cuerpo-mente que debe aceptar la nueva identidad que lo habita. Cada átomo, cada célula, cada fotón de los billones que conforman mi cuerpo cuántico han estado y están siendo testigos de esta transformación genética. He denominado a este continuo entrenamiento desde hace varias décadas Ciencia de la Conciencia.


Tome como referencia y apoyo en un momento del recorrido, las palabras del maestro Einstein que afirmaba: que locura era querer tener resultados diferentes haciendo lo mismo. Y también agregó que no se puede arreglar nada desde el mismo nivel del conflicto en el que se distorsiona la realidad.
A nivel mental me iba saliendo de lo que no me sumaba, y de los programas de control que el entorno ejercía sobre mí.


A nivel de los paradigmas, al haberles conocido su manipulación y sus mentiras con las que nos habían formateado, les quité el poder de seguir influenciando en mi vida.


¿Se logra esto de la noche a la mañana? ¡Claro que no!, a mí me llevó décadas, además porque estaba con azadón y en trochas, abriendo el camino. ¡Diferente es el momento actual! Hoy la humanidad lo puede lograr, hay más impulso colectivo, tienen ayudas y señales por todos los lados, solo que la mente como está demente, se interpone en esta creación. Jesús lo advirtió y dijo: yo no estoy hablando para esta generación, hablo para la próxima generación, ellas tendrán las señales en el cielo para que el que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga.


Hoy, empoderada de mi nueva identidad por derecho de consciencia la puedo entregar, porque la aplico como cuerpo y sangre y como verbo que habita en mí.


Se han terminado las eras de complacencia al yo diminuto, el cual tenía la ilusión de que él era quien dirigía su vida.


Estamos pues en este instante en el vórtice, o punto cero. Punto cero (.0) para tomar dos caminos, uno: sostenernos en los viejos programas de creencias mitos y en su sistema de sobrevivencia, siendo guiados aparentemente por los cinco sentidos mentales; dos: abrirnos y poner nuestra energía en el momento presente, Espacio sin tiempo, totalmente desconocido por el personaje.


La vida viviéndonos en el único momento eterno, donde la mente ya no puede intervenir para pensar la vida. La vida es para sentirla. Y este es el momento en el que se está sintiendo así misma, y el universo diseñándola en la no forma, en su siguiente movimiento de transformación genética, sin las contradicciones de un pensador con sus creencias y dogmas con sus juicios ideas e interpretaciones. ¡Ya no podrá seguir esta mente demente definiendo la vida! Así que no nos queda más que terminar con su conflicto mental pero a la mente no se le derrumba desde su mismo conflicto, se le derrumba cuando damos por terminado los programas de supervivencia y entramos a la presencia del momento presente.